CARLOS GARDEL
“¡Uf viejo, no doy más!”.
Sede de la YMCA de Argentina entre 1912 y 1938 (Paseo Colón 161), donde Carlos Gardel realizaba ejercicios físicos.
Sede de la YMCA de Argentina entre 1912 y 1938 (Paseo Colón 161), donde Carlos Gardel realizaba ejercicios físicos.
A 75 años de la partida
El 24 de junio de 2010 se cumplieron 75 años de la desaparición física de Carlos Gardel. La Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA, también le brindó su homenaje, presentando una placa recordatoria en el auditorio de la sede central. El acto, presidido por las autoridades de la Institución, contó con la participación de la cantante María Estela Monti, que compartió aspectos de la vida actoral del morocho del abasto y recitó versos del poeta Raúl González Tuñón. El descubrimiento de la placa correspondió a Beatriz Airoldi, nieta de José Razzano y también asociada de la institución.
Reportaje en “Mundo Argentino”
De un reportaje que le efectuara Luis Alberto Reilly, publicado en “Mundo Argentino”, el 11 de septiembre de 1929, y reproducido por Hamlet Peluso y Eduardo Visconti, en el libro “Carlos Gardel y la prensa mundial”, extraemos la siguiente parte:
“Carlos Gardel actuará, como actor, en películas habladas. El artista del tango fue contratado por la Paramount. Gardel es todavía un muchacho joven y entusiasta que cultiva los deportes. Hace seis o siete años, Carlos Gardel pesaba 108 kilogramos. Actualmente la balanza marca 83. De 11 a 13, en la Asociación Cristiana de Jóvenes efectúa gimnasia, y es ya un discreto jugador de basket ball y pelota a mano. Gardel ha sido un gran amigo de los deportes y los ha practicado en cuanta oportunidad se le presentara. De ahí ese aspecto juvenil que posee y su físico sin desgaste alguno, pese a la vida febril que ha llevado siempre. Luis Alberto Reilly”.
El escritor inglés Simon Collier, en su biografía Carlos Gardel: Su vida, su música, su época, señala que “a principios de los ’20 frecuentaba el gimnasio de la Asociación Cristiana de Jóvenes” junto a Razzano y “también Enrique Gluchesmann, el fornido hermano del magnate de los discos y el cine”. Agrega que justamente en 1920 el cantor estaba enamorado de una joven, Isabel del Valle, así es que la pugna por rebajar de peso tenía varias razones: una mejor estampa frente al público, pero además una figura estilizada frente a su novia. Los ejercicios físicos eran, según el cantor, beneficiosos para la garganta. Es por ello que practica –dice Collier-, gimnasia sueca. Se presentaba al mediodía y algunas veces practicaba solo calistenia. Vestía gruesa tricota blanca con cuello alto y tras el baño se sometía a la sesión de masajes de Enrique Pascual que lo hacía pegar alaridos.