El Karate-do puede ser realizado por cualquier persona. Brinda una buena actividad física que ayuda a mantener un estilo de vida saludable y también, mediante su práctica sistemática, se aprende defensa personal. En Karate-do nunca se ataca primero. Su fin nunca es agredir sino que busca resolver los conflictos sin confrontar, hasta la última instancia.
Es una disciplina que también aporta mucha concentración. Su práctica no lleva mucho diálogo, solo el necesario para no dejar dudas a los participantes. Se utiliza mucho la palabra “oss”, cuyo significado es muy amplio. Se usa para saludar, para dar un entendido o como llamado de atención de un no entendido, dirigiéndose al sensei, (maestro, profesor), tras lo cual se vuelve sobre lo explicado anteriormente.
Al lograr mayor concentración, se mejora la capacidad de atención auditiva y visual. En lo auditivo porque contribuye a superar situaciones donde se oye pero no se escucha. Para aprender Karate-do es necesario saber escuchar y así fijar los nombres (en japonés), de las técnicas y posturas. Y la atención visual se mejora porque practicar el Karate-do obliga al participante a saber mirar, enfocar, para no cometer algún error y lograr la fijación del movimiento técnico.
Los objetivos de mejoramiento interior de esta disciplina se recuerdan persistentemente en los saludos del dojo, expresados en su lema o dojokun:
Primero, intentar perfeccionar el carácter
Primero, ser correcto, leal, puntual
Primero, tratar de superarse
Primero, respetar a los demás
Primero, abstenerse de procederes violentos
Informes:
Telefónicamente: 011 4311.4785
Personalmente: Lunes a viernes de 9.00 a 22.00 h y sábados de 10.00 a 14.00 en Reconquista 439, CABA
Email: Completando el formulario de contacto