Por Nancy Di Perna

La música nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, es un componente sociocultural desde todos los tiempos. Muchas veces logran identificar un momento especial convirtiéndose en protagonista de una escena memorable, sin embargo, otras veces suena como música de fondo, transformándose en una compañera.

Serafina Poch Blasco, licenciada en musicoterapia  nos explica sobre los efectos de la música “… actúa sobre la bioquímica de nuestro organismo, positiva o negativamente según el tipo de música... Sterheimer ha descubierto ciertas notas musicales que afectan a los aminoácidos de una proteína y en consecuencia las plantas crecen con mayor rapidez...”

Según estudios científicos hay numerosos registros de los efectos beneficiosos a corto y largo plazo que la música ejerce sobre las personas a nivel emocional y fisiológico.  Algunos de las consecuencias en el organismo son acelerar o retardar las principales funciones orgánicas (ritmo cerebral, circulación, respiración, digestión y metabolismo), incrementar o disminuir el tono y la energía muscular, modificar el sistema inmunitario o alterar la actividad neuronal en las zonas del cerebro implicadas en la emoción. El oír música, ayuda a bajar los niveles de ansiedad, disminuir el dolor, crear una atmosfera de armonía, además de convertimos en personas más optimistas. A nivel emocional, la música puede estimular, rememorar, provocar y desarrollar sentimientos.

Desarrollar la habilidad para percibir y/o producir música, demanda una serie de procesos complejos y puede brindarnos experiencias significativas para compartir en familia, mientras transitamos el aislamiento social, preventivo y obligatorio. En la propuesta práctica de esta semana los invito a armar sus play list.

Música y movimiento

En el mundo occidental, se desarrolló la costumbre de escuchar música en una actitud pasiva, sin embargo en otras culturas la música no se entiende sin el movimiento. La música es una experiencia multisensorial, cuando se involucra el sentido del oído, el movimiento corporal y el  equilibrio.

Los invitamos a programar, por turnos, tres temas musicales al día y animarse a bailar todos juntos. Otra opción, es hacer las clases en vivo por el IG o buscarlas en Youtube @YMCAARGENTINA, ¡siempre están musicalizadas mientras nos movemos saludablemente!

Música y juegos

Escuchar música desde pequeños y de forma constante, favorece las habilidades de lenguaje. Por ser una fuente de placer, puede brindarnos una experiencia catártica, puesto que la expresión de las emociones de forma saludable nos libera y nos permite un contacto más directo con nuestra esencia y construimos momentos de felicidad.

¡La familia es una banda! Crear una caja de música, colocando todos los instrumentos musicales que tenemos en casa (maracas, pandereta, platillos, triangulo, castañuelas, armónica) también incluimos aquellos elementos que cumplen otras funciones y tienen el potencial de generar melodías (rallador, cucharas, baldes). Organicen momentos en la semana, para practicar, cada uno elige un instrumento, pueden hacer covers o inventar canciones.

Música y creatividad

La música desarrolla la capacidad de atención y favorece la imaginación y la capacidad creadora, estimula la habilidad de concentración y la memoria a corto y largo plazo y desarrolla el sentido del orden y del análisis. Facilita el aprendizaje al mantener en actividad las neuronas cerebrales, y ejercita la inteligencia. Mientras hacemos home office o estudiamos escuchar música mejora el desempeño de las tareas productivas. Nos estimulan a ser creativos o dinámicos dependiendo de la selección. Hay un análisis de las respuestas fisiológicas y emocionales inmediatas provocadas por la música y se descubrió que algunas facetas musicales como el volumen, las letras, la familiaridad y las preferencias influyen en el rendimiento. Solo a modo orientativo, las canciones:

• lentas ayudan a realizar tareas complejas y creativas como la planificación, el razonamiento y la resolución de problemas.
• más rítmicas y dinámicas contribuyen a las tareas simples y rutinarias.

Antes de iniciar nuestra jornada de estudio o trabajo seleccionemos que música nos conviene según la tarea a desarrollar.

Música y cuentos

Hay numerosas historias que han inspirado a compositores a crear obras haciendo que la música sea un complemento perfecto para un cuento. Unir el hábito de la lectura desde la escucha activa de una historia es una oportunidad para crear mundos mágicos para grandes y chicos.

Música y recuerdo

La música permite expresar sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. Es una forma de comunicarse. Se recomienda volver a escuchar las canciones que musicalizaron un momento feliz, es una excelente estrategia para traer nuevamente esa sensación de felicidad a tu vida. Por otro lado, ahora podes crear un recuerdo, pensar en algún conocido (abuelo, tío, vecino, amigo) que sepa tocar un instrumento musical y por medio de una video llamada acompáñalo al ritmo de algún instrumento de la caja musical. Seguramente, en un tiempo, al escuchar esa canción volverás a divertirte.

Más allá de la forma en la que la música los acompañe en sus vidas cotidianas en familia, espero que puedan encontrar la forma de escuchar melodías, de conectarse con su mundo interior a través de esta forma de arte. Recordando, que no hay una forma correcta de interpretar la música, sino que se trata de un sentirse libres…