El invitado en esta edición es Edgardo Form(*), quien aborda la tensión existente, tanto a nivel de las personas como de la sociedad, entre el individualismo y la solidaridad, así como los diferentes horizontes que tales actitudes han producido y producirán. Señala que tales miradas y comportamientos conducen a sociedades y mundos diferentes. Un aporte enriquecedor a la reflexión y a la acción.

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En esta sección se busca aportar a las reflexiones acerca de lo que sigue a este lapso de alarma y preocupación, a esta crisis que genera la pandemia del COVID-19. Es decir que tratamos de acercar contribuciones para pensar qué cosas serán iguales y cuáles distintas, quiénes seremos, qué sociedad conformaremos, qué roles y qué lugar se le requerirán a los Estados, qué impacto tendrá sobre las relaciones sociales y productivas. Qué aprenderemos de esta pandemia.

La humanidad debió afrontar diversas crisis en su historia, varias de ellas desatadas por epidemias masivas que la pusieron a ella y a la civilización en grave riesgo, a veces al borde del precipicio. Sólo por citar un par de ejemplos, se estima que la peste del siglo XIV (en no casual combinación de una bacteria con procesos de conquista y dominación) terminó con la vida de entre el 50 y el 60 % de la población europea. Mucho más cerca, entre 1918 y 1919, la llamada gripe española fue responsable de la muerte de alrededor de 40 millones de personas.

Como afirmara el multifacético matemático norteamericano Raymond Smullyan, "La superstición trae mala suerte". Hoy la ciencia tiene más recursos, más razones y genera mejores respuestas. Seguramente esta pandemia del COVID-19 tendrá consecuencias menos dramáticas en términos de cantidades. No obstante, seguramente cuestionará los modos en que nuestras sociedades se organizan, distribuyen los recursos, atienden la salud, gestionan la educación y no sólo en los momentos de las crisis. A lo mejor, la solidaridad reaparecerá no solo como un valor deseable en lo individual, sino también como un atributo exigido a los modos de organización social, económica y política. Sobre estos y otros aspectos pensaremos juntos.

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(*) Edgardo A. Form es gerente general del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC). Representante alterno por el movimiento cooperativo argentino en el Consejo Consultivo de la Alianza Cooperativa Internacional – Regional Américas. Es presidente en la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR). Fue legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es Asociado  de la YMCA/Asociación Cristiana de Jóvenes y presidente de su comité de Desarrollo Social.