Hoy 11 de septiembre de 2020…

Este 11 de septiembre, día del maestro, ha sido distinto. Las seños y los profes tendríamos que haber estado en el aula, con el pizarrón y la tiza, por compañía. Explicando, corrigiendo o entregando las actividades a los alumnos. 

Hallarnos en el aula, frente a las alumnas y los alumnos, pasar lista, reconocerlos por sus nombres y apellidos, estuvimos apenas quince días desde el inicio del ciclo escolar. 

¡¡De golpe todo se complicó!! Dejamos de ir a nuestro colegio, al principio, nos dijimos son quince días y volveremos al cole.

No fue así, las noticias no fueron alentadoras sobre la situación sanitaria.

Había que implementar un nuevo colegio, el primer paso que tuvimos que dar fue ubicar y contactar a nuestros alumnos y alumnas, buscarlos a través de amigos, primos, de todos los medios disponibles, que tuviéramos a mano. ¿Por qué?

Porque tenían que volver a clases, a su colegio, a reencontrarse con las seños y los profes. De un modo distinto y nuevo para ellos y nosotros.

Comenzamos a dar los primeros pasos en el nuevo camino, en el nuevo desafío que se nos proponía como maestros.

El gran desafío que teníamos por delante era como ejercer nuestro mandato, nuestra esencia como educadores: ENSEÑAR.

Nos armamos de coraje, redescubrimos que, trabajando en equipo, acompañándonos, sosteniéndonos unos a otros, podíamos lograrlo y lo hicimos. Comenzamos a enviar las actividades mediante la cadena de WhatsApp. En este párrafo, hay que agradecer mucho a las mamás que se ofrecieron como referentes del grupo, de su grado o sala del nivel inicial y armaron el grupo con las familias desde su celular, para que a todos los alumnos llegaran las actividades propuestas por los docentes.

El siguiente escalón, fue enviar las actividades por el Classroom, otros docentes las hicieron llegar a las familias por Facebook. Comenzábamos a internalizar que cada día podíamos llevar a cabo nuestra esencia: ENSEÑAR.

Aun nos faltaba dar un paso más, para poder reencontrarnos con nuestros alumnos, ver sus rostros, sus sonrisas y lo dimos, empezamos con Zoom.

Emocionante reunirnos con los alumnos y alumnas, una experiencia que aun sigue grabada en nuestros corazones.

Culminamos con gran esfuerzo, con muchas emociones y sentimientos (alegrías, tristezas, llantos, cansancio) de edificar NUESTRO COLEGIO VIRTUAL.

Hoy celebramos el DIA DEL MAESTRO, cada uno en casa, con su celular o con la computadora, en Zoom, que hoy es la Sala de Maestros, donde nos reunimos a celebrar nuestra VOCACION, nuestro mandato: ENSEÑAR. Nos reunimos a compartir un mate, el café o el té, a decirnos con las miradas, con las sonrisas, a través de un chiste o una broma: estamos juntos, logramos edificar nuestro colegio. Sin paredes, sin portón celeste, sin patios.

Tenemos un nuevo colegio desde el cual seguiremos intentando dejar huellas, acompañar e iluminar, despertar la confianza, solicitar la imaginación, suscitar la inventiva e invitar a una delicada mezcla de libertad y rigor a nuestros alumnos y alumnas.  Fortalecer el apego a la verdad, a la justicia, el amor por el conocimiento, el valor de la perseverancia y del respeto.

Para recordar:

“No puede existir educación sin docentes y tampoco puede existir futuro sin educación”