Por Nancy Di Perna

El valor de la solidaridad

El 26 de agosto de 1910 nació Agnes Gonxha Bojaxhiu ¿Alguna vez escuchaste hablar de ella? Hacia el final de este artículo vamos a develar la identidad, solo que decidí describir primero su labor humanitaria para que nos ayude a pensar sobre su aporte.

El impacto de la obra de Agnes la llevó a ser una líder mundialmente reconocida, en Argentina celebramos su natalicio con el Día Nacional de la Solidaridad. Hasta aquí, use dos conceptos clave vinculados a la misión de la Asociación: líder y solidaridad. Conceptos que nos resuenan en los tiempos complejos en que estamos inmersos en la actualidad. Es que el COVID-19 instaló principalmente una crisis sanitaria y en consecuencia se desencadenaron otras crisis: la social, la económica, la educativa, solo para nombrar algunas. Es en este contexto en el que empezó a divulgarse con más fuerza el concepto de solidaridad como un pilar para poder avanzar. La tarea se sumó a nuestras agendas desde la necesidad, hacer el registro individual del concepto solidaridad, hacerlo carne y aportar parece un proceso que todos nos comprometeríamos desde el plano de las ideas, y cuando se suma el compromiso se pasa al plano de la acción.

Empecemos por el principio, hablemos sobre la solidaridad en los espacios que compartimos con nuestra red de vínculos, y comencemos con acciones solidarias en nuestro entorno, con los más cercanos. Es momento de sumar granitos de arena con acciones solidarias en las tareas cotidianas en nuestros hogares, nuestros familiares y amigos. Justamente, una de las muchas recomendaciones que realizó la licenciada María Eugenia Sánchez Grillo en su exposición titulada “Reflexiones sobre la pandemia y recursos que nos deja para lo que sigue” en el nuevo ciclo de charlas de la YMCA del 26 de agosto pasado y en coincidencia con la celebración, hubo una que resonó con fuerza: ser solidarios con los cercanos, con los que le conocemos la cara y con este cambio de actitud la red se construye.

En esa misma charla, una de las lectoras de esta columna (que mantendré en el anonimato) compartió una actividad que hace con su familia y que me pareció una buena práctica para acompañar este artículo, ¿Se animan a hacer un diario de la gratitud en familia? La propuesta es que en cada hogar se consiga un cuaderno que funcione como diario, y allí, antes de finalizar cada día, ir creando el hábito. Tiene que hacerse todos los días, reunirse en familia y en breves minutos cada integrante pueda escribir una situación sobre la cual da las gracias. Es que la solidaridad y la gratitud van de la mano y si tengo la intención de brindarme con solidaridad para otros tengo que asumir el compromiso de agradecer diariamente.

¿Ya descubrieron quien es Agnes?  Fue una de las mujeres más influyentes del siglo XX, con solo 18 años descubrió su vocación de servicio y entrega a la vida religiosa. Desde su rol eclesiástico trabajó a favor de los más necesitados en las periferias existenciales de la India.  Por su labor y compromiso con los más vulnerables, en 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz, y en 1980, el más alto galardón civil de la India, el Bharat Ratna, por su labor humanitaria. Innumerables menciones y premios a nivel internacional se le adjudicaron. El 5 de septiembre de 1997 nos dejó físicamente trascendiendo en su misión.

En mi diario de la gratitud hoy escribiré: “GRACIAS por ser la líder que inspiró el artículo en el que reconozco a la Madre Teresa de Calcuta que durante más de medio siglo, predicó de manera permanente los valores de la solidaridad, el respeto, la comprensión, el sacrificio, la cooperación, el trabajo y la familia, legado que nos inspire en las tormentas”.