Por Adriana Zilber
COVID-19: ENTRE EL DESCUIDO Y LA RELAJACIÓN
La mejor medicina es enseñar a las personas cómo no necesitar de ella – Hipócrates -
A pocos días de cumplirse los tres meses del inicio del período de aislamiento social preventivo y obligatorio en nuestro país, la cifra de quienes contraen la enfermedad continúa en ascenso. Por un lado, la circulación de personas en distintas zonas ha aumentado visiblemente. Pero, por otro lado, la sistematicidad de la información a la que tenemos acceso ya es de amplio conocimiento para todos.
¿Asistimos, entonces, a cambios en las formas de contagio del virus que son diferentes a las establecidas al comienzo de la pandemia?
Los especialistas en materia de salud, coinciden en afirmar que no hay nuevos elementos que así lo indiquen. Contrariamente, opinan que es la sociedad quien, de manera paulatina, va dejando de lado los cuidados de prevención que son indispensables para mantenerse a salvo de posibilidades de contraer la enfermedad.
Así lo expresa, por ejemplo, el Dr. Pablo Bonvehí, especialista en infectología, al opinar que: “hay que hacer el esfuerzo. Este es el momento de poner en primer plano todas las recomendaciones de higiene”.
En este sentido, la Dra. Cristina Freuler, infectóloga de Hospital Alemán, considera: “La verdad, no hay nada nuevo que no hayamos sabido de entrada. El tema son las manos y tocarse la cara”. Y agrega: “aunque la gente a esta altura tiene claro cuáles son las medidas de cuidado, se ve cómo muchos usan el tapabocas sólo cubriendo la boca y no la nariz, o puesto sobre el mentón. Es evidente que estas acciones influyen en la transmisión comunitaria, igual que la falta de distancia”.
Del mismo modo, las pautas de prevención que fueron indicadas para quienes desean realizar actividades físicas en espacios al aire libre, sólo serán efectivas en la medida que sean cumplidas. Es decir que, manteniendo el distanciamiento social, las normas de higiene y el uso de tapabocas antes y después de realizar la actividad, no deberían presentarse riesgos.
Para fortalecer aún más estos conceptos, y ante la situación epidemiológica que se está transitando en el país, el Ministerio de Salud de la Nación renovó esta semana dos definiciones relacionadas a la enfermedad de COVID-19. El objetivo de la actualización es sensibilizar a la población, favoreciendo una detección temprana del virus y aminorar su propagación.
En primer lugar, la actualización hace referencia a una persona que es sospechosa de haber contraído la enfermedad. Así, el organismo describe cuatro criterios que se tendrán en cuenta al momento de prever que nos encontramos frente a uno de estos casos.
Criterio 1
Toda persona que presente dos o más de los siguientes síntomas: fiebre – tos – dolor al tragar – dificultad respiratoria – pérdida del olfato (anosmia) y que en los últimos 14 días:
Criterio 2
Toda persona que presente dos o más de los siguientes síntomas: fiebre – tos – dolor al tragar – dificultad respiratoria – anosmia sin otra etiología que explique completamente la presentación clínica y requiera internación, independientemente de nexo epidemiológico.
Criterio 3
Toda persona que sea contacto estrecho de caso confirmado de COVID-19: ante la presencia de 1 o más síntomas de fiebre – tos – odinofagia – dificultad respiratoria – anosmia – disgeusia (alteraciones en el sentido del gusto) de reciente aparición.
Criterio 4
Todo paciente que presente anosmia o disgeusia, de reciente aparición y sin otra etiología definida y sin otros signos o síntomas.
En segundo lugar, el organismo ha ampliado la definición de contactos estrechos, considerando como tales a:
En tanto el mundo científico no descubra una intervención farmacológica específica para combatir esta enfermedad, la única herramienta posible de poner en práctica sigue siendo la prevención. Así pues, resulta indispensable renovar la mirada, la acción y el compromiso que hoy debemos mantener sobre la salud y nuestros hábitos de comportamiento social.